Cigarrillo y lactancia: ¿se puede fumar mientras se amamanta a su bebé?
Fumar durante el embarazo presenta un riesgo importante para la salud del bebé y de la madre. Es por eso que muchas mujeres embarazadas o que desean tener un hijo deciden dejar de fumar. Pero, ¿qué sucede después del parto? A menudo, la tentación de volver al tabaquismo es grande después del nacimiento del bebé. Sin embargo, fumar durante la lactancia no está exento de consecuencias! En este artículo, Reset Laser le explica el impacto del cigarrillo durante el período de lactancia y cómo evitar los riesgos.
¿Por qué es peligroso el cigarrillo durante la lactancia?
El tabaquismo pasivo
El tabaquismo pasivo ocurre cuando los no fumadores, incluidos los bebés y los niños, inhalan el humo liberado por los cigarrillos fumados por otras personas. El humo de segunda mano contiene más de 7,000 sustancias químicas, algunas de las cuales son tóxicas y cancerígenas. Estas sustancias penetran en los pulmones de las personas no fumadoras y pueden causar graves problemas de salud.
Cuando una madre amamanta a su bebé en un entorno donde fuma, lo expone al humo de segunda mano. Pero además de inhalar este humo, el bebé también puede ingerir por contacto directo los residuos tóxicos depositados en la piel y la ropa de su madre fumadora. Esta doble exposición es obviamente peligrosa para la salud del bebé.
La transferencia de sustancias tóxicas en la leche materna
La nicotina, sustancia particularmente adictiva presente en el cigarrillo, así como otros componentes tóxicos pasan directamente a la leche materna. Así, cuando la madre amamanta después de haber fumado, su bebé ingiere con la leche materna una dosis de nicotina y productos nocivos. La concentración varía según el número de cigarrillos consumidos por la madre. Nuevamente, esta ingestión es particularmente nociva para el lactante.
¿Cuáles son los riesgos del tabaco durante la lactancia?
Problemas de salud del bebé
Fumar durante la lactancia tiene en primer lugar consecuencias sobre la salud del niño. La ingestión de la nicotina y otros productos tiene efectos directos sobre el bebé. Esto puede provocar cólicos, náuseas, diarreas, dolores de estómago, irritabilidad o incluso problemas de presión sanguínea y de ritmo cardíaco.
El tabaquismo pasivo, por su parte, tiene un impacto a menudo aún más importante sobre la salud, y que no siempre es inmediato. Además de un malestar en el momento, el humo de segunda mano puede provocar más tarde diversas enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y aumenta el riesgo de ciertos cánceres.
Disminución de la cantidad y calidad de la leche materna
Las madres fumadoras producen menos leche materna, y de menor calidad. De hecho, la nicotina presente en el tabaco tendría el efecto de reducir la secreción de prolactina. Esta hormona participa en la producción de la leche materna. Por lo tanto, las madres fumadoras pueden sufrir de una insuficiencia de leche. Además, la presencia de sustancias tóxicas en la leche materna altera su calidad.
Lactancia como fumadora: las precauciones a tomar
¿No logra dejar de fumar? ¡No por eso debe dejar de amamantar! Por el contrario, sigue siendo beneficioso para su hijo, siempre que implemente ciertas medidas para evitar cualquier riesgo.
No fumar antes de amamantar
Planifique su consumo de cigarrillos de manera que evite fumar justo antes de amamantar a su bebé. De hecho, es en las decenas de minutos después de haber fumado cuando el nivel de productos tóxicos en la leche es generalmente más alto. Se recomienda esperar al menos dos horas después del último cigarrillo antes de amamantar para reducir la cantidad de nicotina transmitida.
Reducción de su consumo de cigarrillos
Fumar menos siempre es beneficioso, tanto para usted como para su lactante. Intente reducir tanto como sea posible su consumo. Así, limita la exposición de su bebé a las sustancias nocivas presentes en el humo y reduce en parte la concentración de nicotina en su leche materna.
Mantener un entorno sin humo
Además de la transmisión por la leche, los productos tóxicos del humo también son inhalados. Para evitar exponer a su lactante al tabaquismo pasivo, fume siempre al aire libre, lejos de él. El entorno en el que se desarrolla debe ser saludable y sin humo.
Cambio de ropa y lavado de manos
Antes de amamantar y después de su último cigarrillo, cámbiese de ropa y lávese las manos. El humo puede dejar residuos tóxicos en su ropa y piel. Estos podrían ser nocivos para su bebé.
Las soluciones para dejar de fumar durante la lactancia
Para una lactancia saludable, la mejor solución sigue siendo dejar de fumar cigarrillos. Para ello, deberá emprender un proceso de deshabituación tabáquica. Algunos métodos pueden ayudarle.
Los sustitutos nicotínicos
Para dejar de fumar, puede recurrir a los sustitutos nicotínicos como los parches, las gomas, las pastillas o los inhaladores. Estos productos farmacéuticos proporcionan nicotina de manera controlada, sin las sustancias tóxicas presentes en el humo del cigarrillo. Ayudan a reducir los síntomas de deshabituación y los deseos de cigarrillos para ayudarle a dejar de fumar gradualmente. Sin embargo, le recomendamos consultar a su médico antes de utilizar estos sustitutos durante la lactancia para asegurarse de su seguridad y buen uso.
Un método natural: el método Reset Laser
¿Busca un método más natural? El método Reset Laser es una técnica de deshabituación tabáquica no invasiva y sin medicamentos. Consiste en utilizar un láser para estimular puntos específicos de la oreja. Esta estimulación permite hacer desaparecer la necesidad física de fumar en una sola sesión de una hora, y esto sin síntomas de deshabituación.
Para las madres lactantes, este método es particularmente interesante, ya que es natural, no requiere la toma de sustitutos nicotínicos y es indoloro.
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